Contrapunto por Miguel Ángel Gómez Ruiz

Contrapunto  

Miguel Ángel Gómez Ruiz 

 Cuitláhuac García dispone del Poder Judicial 

No hubo forma de que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez rectificara la lista de propuestas de nuevos magistrados que envió hace apenas unas horas.

Durante el miércoles 29 de julio y a marchas forzadas los diputados locales revisaron la lista que envió el mandatario y aprobaron los perfiles de los próximos magistrados. Quizá cuando usted lea esta columna ya habrán tomado protesta pues la sesión es este jueves. De acuerdo a la ley, cualquier dictamen aprobado por los diputados debe hacerse 48 horas antes de que se efectúe la sesión. Los legisladores morenistas obviaron el trámite y cumplieron los caprichos de Cuitláhuac y sus hombres cercanos: Eric Cisneros y Juan Javier Gómez Cazarín.

Las propuestas enviadas por el gobernador fueron: Aillet García Cayetano, Alma Rosa Flores Ceballos, María Lilia Viveros Ramírez, Itzel Castro Castillo, Lizbeth Aurelia Jiménez Aguirre y Antonio Sobrevilla Castillo. Todos afiliados o simpatizantes de Morena.

Algunos quizá, se sacaron la lotería. Otros llegan por el compadrazgo, el amiguismo y el dedazo. Otros simplemente llegan por el pago de favores.

Está el caso de Lizbeth Aurelia Jiménez Aguirre. No sabemos si es pariente o familiar del mandatario, pero sí tiene cola que le pisen. Es la misma que hace apenas unos días, como jueza, ordenó prisión preventiva en contra de los empresarios Rafael Sánchez Cano y Jesús Chaín Oseguera, así como a la expriista Armida Ramírez, por el delito de desaparición forzada en contra del amante de ésta última, Edgar Álvarez Flores. La jueza dictó prisión preventiva pese a que existe una demanda en contra de Ana Gabriela Guevara, ex atleta y directora de la Comisión Nacional del Deporte por el delito de extorsión.

También fue acusada de proteger al hijo de un exalcalde de Tihuatlán, quien atacó con extrema violencia a una joven. La afectada también denunció a la jueza, una joyita.

O el caso de Aileth García Cayetano, responsable del área jurídica de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP). Entre sus méritos está el ser comadre del gobernador; esposa del titular de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas, Elio Hernández y hermana de la diputada federal Dorheny García.

Otra afortunada funcionaria y nueva magistrada es Alma Rosa Flores Ceballos, juez micro regional en Pánuco y que fue acusada de ser cómplice de Cirilo Ocampo Verdugo, tristemente célebre por el fraude de las cajas de ahorro hace algunos años.

Antonio Sobrevilla Castillo fue secretario de un juzgado y ascendido a juez en 2016. Fuimos el primer medio en informar que fue demandado por una joven de nombre Liliana Hernández, en un juicio civil en el año 2010.

Por su parte Itzel Castro Castillo es una funcionaria menor en la Junta de Conciliación y Arbitraje. Sin experiencia judicial.

Y María Lilia Viveros Ramírez, compañera universitaria y amiga del gobernador Cuitlahuac García Ramírez. De acuerdo a su currícula es académica en Derecho Civil y labora en el Instituto de Investigaciones Jurídicas en la Universidad Veracruzana. Podrá ser licenciada en algo, pero no significa que tenga experiencia judicial.

Y así, esas son las propuestas del mandatario veracruzano. Poca capacidad de las personas propuestas, poco o nula trayectoria en órganos judiciales y algunos hasta señalados por actos ilícitos.

La pregunta es: ¿Qué le espera a los veracruzanos una vez que ocupen las magistraturas? ¿Lo mismo que los trece magistrados electos el año pasado y que han tenido más yerros que aciertos en el Poder Judicial? ¿Significa que valdrá más el amiguismo antes que la capacidad?

Quizá no sea la base o sea una obligación, pero cualquier veracruzano con cierta preparación, entiende que una magistratura representa que la persona que aspire a ella bien podría tener experiencia como juez, con título universitario, con cédula profesional, con maestrías y doctorados, con un largo transitar en juzgados civiles y penales. Pero no, en el Poder Judicial son muy pocos los que han logrado esa preparación y que pese a contar con los merecimientos, son ignorados.

Pongamos por ejemplo a la presidenta del Poder Judicial, Sofía Martínez Huerta, a quien le ataron manos y pies y ahora hasta el gobernador quiere quitarle poder. No sabemos si su berrinche por el hecho de que corrieron a su nueva Mayra Angélica Martínez Juárez fue tan grande, que quienes la encumbraron, el gobernador y Eric Cisneros, Juan Javier Gómez Cazarín y su primo, Manuel Huerta Ladrón de Guevera, casi la apedrean y escupen en la cara, como a la prostituta que se menciona en los Evangelios.

No tuvo merecimientos siquiera para ser magistrada. Un mes después la convirtieron en presidenta y ha hecho y deshecho al interior del órgano. El representante del Poder Legislativo Humberto Oliverio Hernández Reducindo conspiró contra ella para quitarle poder y peso en el Consejo de la Judicatura y sus integrantes, la redujeron a cero y quitaron a personal que ella había impuesto.

Pero claro, esas son las consecuencias de seguir el juego de aquellos que no han cumplido y que ahora quizá, se arrepienten de su nombramiento.

Yolanda Castañeda Palmeros 

Ahora, se rumora que podría haber un cambio en la presidencia. Por supuesto que el cambio es necesario pero no para que el gobernador y sus allegados cometan el mismo error.

Va como sugerencia. Si el mandatario quiere que todo transite en paz, debe cabildear para que se nombre a la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros.

Se rumora que podrían ser incluidas y consideradas para la presidencia Concepción Flores Saviaga y Socorro Hernández.

De Concepción Flores Saviaga sabemos que cuando trabajó en el Tribunal Electoral se dio vida apoyando al PAN y al PRI. En realidad nunca tuvo una carrera judicial y se la ha pasado promoviendo amparos para no perder la magistratura.

De Socorro Hernández, apenas fue ascendida a magistrada a finales de 2019. Era una proyectista que se sacó la lotería y logró la magistratura, se dice, gracias a que es prima de una Senadora.

Ninguna de las dos tiene ni la brillantez, ni la capacidad, ni la preparación de Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros.

Alumna con el mejor promedio de su generación en la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana. Posee dos maestrías por las universidades Villa Rica y Cristóbal Colón y por la Universidad de Girona, en España. Un doctorado por la Universidad de Xalapa. Varios diplomados, entre ellos uno en la Western University California of Law. Jueza en 16 juzgados, ocho civiles y ocho penales. Magistrada supernumeraria y magistrada numeraria inamovible. Ha escrito libros y lo que es mejor, Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros es una mujer que continúa preparándose pues su objetivo es servir a los veracruzanos.

Quizá allí está la respuesta.

¡Quédate en casa!

Redacción/RCK Noticias/Xalapa, Ver.

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