En opinión de…Miguel Ángel Gómez Ruiz

Contrapunto

La irresponsabilidad de la actual administración

 

Miguel Ángel Gómez Ruiz

Tras comparecer ante los senadores, el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, quien ha mentido de forma artera en las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, se vio obligado a decir algo más que las “medias verdades, medias mentiras” que ha expuesto ante millones de mexicanos.

Resulta que ante los senadores y pese a ser protegido por sus compañeros de Morena, López Gatell reconoció que lo peor del Covid-19 está por venir. Es decir, una vez que entremos a la fase 2 vendrá lo siguiente:

El período más difícil será el 15 de abril y será allí cuando se declarará emergencia nacional –no antes dijo, sin explicar por qué-, la crisis duraría unas 20 semanas, o bien entre tres y cinco meses.

Peor aún, se estima que el 70 por ciento de los mexicanos, o sea 90 millones, contraerán el virus pero se cree que solamente en 250 mil mexicanos se desarrollará el Covid-19. Y hay más, de estos, el 70 por ciento, casi 176 mil acudirían a recibir atención médica y 80 por ciento de estos recibirían atención ambulatoria, es decir, podrían ir a un hospital para confirmar el diagnóstico y recibir algún tratamiento paliativo, pero no quedarían hospitalizados.

El resto, 74 mil mexicanos, sí tendrían que ser hospitalizados y de estos unos 10 mil 500 podrían ingresar a terapia intensiva.

El escenario es tétrico, pues de estos pacientes que estarían en terapia intensiva se estima que morirían alrededor de 4 mil.

López Gatell, que se atrevió a decir que el presidente Andrés Manuel López Obrador no podría ser contagiado en los actos públicos de campaña que efectúa cada fin de semana por tener suficiente “fuerza moral”, ha mentido desde que apareció por primera vez en las mañaneras. Para muchos podrá ser un experto, pero para muchos más, ha quedado como un mentiroso.

En tanto, el presidente sigue tan campante, creyendo que los amuletos nos protegerán, no declara emergencia nacional y al fin, seguramente, tras la muerte de muchos mexicanos le querrá echar la culpa a los conservadores.

Tribunal Superior de Justicia del Estado

Apenas el martes, la presidenta del TSJE, Sofía Martínez Huerta, ordenó que todos los trabajadores de ese poder se fueran a sus casas. Dijo que la medida se toma para reducir los riesgos de contagio, pero nadie aclaró si a final de cuentas, hubo algún trabajador contagiado por coronavirus.

El rumor se hizo latente ese día, cuando los empleados, temerosos, corrían de aquí para allá guardando expedientes, apagando equipos de cómputo, limpiando todo. La orden era que se fueran, pero algunas personas estaban muy nerviosas, pues el rumor es que no solo era uno, sino dos las personas que habían contraído el virus.

Sin embargo, nadie aclaró nada y lo único que pasó es que la justicia se detuvo en Veracruz. Solo habrá guardias y muchos asuntos se quedarán allí, para desesperación de tantos que esperan justicia.

Compras de pánico

Es triste, más bien dramático que ante la ineptitud del presidente y su equipo, la gente se base en rumores y por ello es que en los supermercados ha habido compras de pánico. Lo peor es que muchos mexicanos –hay que decirlo-, son malos compradores o no tienen una idea exacta de qué hacer.

Por ejemplo, hace varias semanas se agotaron los cubrebocas y los geles antibacteriales. De acuerdo a epidemiólogos, ninguno de los dos artículos sirve para prevenirse del coronavirus. En el caso de los cubrebocas éstos deben ser utilizados por personas que ya padecen alguna enfermedad, para evitar riesgos. Lo que es peor es que mucha gente no sabe utilizarlos pues comúnmente los tocan y así los contaminan.

De los geles antibacteriales hay que decir que éstos combaten bacterias pero no los virus. Es decir, no es lo mismo una bacteria que un virus. Si usted padece alguna enfermedad bacterial su médico le receta un antibiótico. Con los virus es distinto, porque para atender a un paciente no hay tratamiento para eliminarlos, sino únicamente para reducir los síntomas. La única forma de detener un virus es mediante una vacuna.

Y luego de esto, la gente se desbordó a comprar papel de baño, luego del rumor que escasearía. Hay que aclarar que el virus entra por ojos, nariz y boca, más no por el ano.

Por supuesto, lo demás es que la gente se comporta peor que las “vacas locas” y compra de todo, a tal grado que no sienten empatía por aquellos que no tienen tanto dinero y que no pueden comprar para muchos días. Mientras tanto, los propietarios de los supermercados aprovechan y suben los precios. Aquí ya no hay palabras.

PD: La recomendación, guárdese en su casa y siga las instrucciones básicas. La etapa más difícil será entre dos o tres semanas y sí, aquí cabe decir, que Dios nos cuide.

RCK Noticias/Xalapa, Ver.

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