Contrapunto por Miguel Ángel Gómez Ruiz

 

Contrapunto  

Miguel Ángel Gómez Ruiz  

Sofía reta al gobierno, a todos  

 

El miércoles, gran parte del día, distintos medios de comunicación y sobre todo, a través de las redes sociales, informaron sobre la posibilidad de que por fin dejara el cargo la presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Veracruz (TSJEV), Sofía Martínez Huerta. No fue así.

Nadie sabe a ciencia cierta si era verdad lo que estaba ocurriendo. La mujer, desde que tomó el cargo ha sido una calamidad. La mayor parte de las veces que ha ido a trabajar –por así decirlo- se ha encerrado en su oficina y no se dejar ver. Es como un leñero de montaña, al que únicamente se le puede ver cuando necesita cortar un árbol para encender la chimenea. Se volvió una completa ermitaña.

No es para menos, la señora no sólo la ha cagado en el puesto, no hay otra palabra aunque algunos puristas se enojen, o sus agoreros que a pesar de ver la tempestad le siguen echando porras. La tipa ha sido todo, menos presidente. Ha tratado de imponerse humillando a magistrados, jueces y a todo aquél que se ha cruzado en su camino. Ahora, si realmente existió esa conversación, esa plática con el secretario Eric Cisneros, no sólo la mujer le humilló, sino que lo hizo hasta con el gobernador, Cuitláhuac, que fue quien la impuso, junto con su primo, Manuel Huerta Ladrón de Guevara.

Claro, como ya probó el poder y ya se dio cuenta de que puede abusar del cargo, utilizando recursos a discreción ahora no se quiere ir. Es entendible, nunca tuvo dinero ni poder y ahora que ve un presupuesto de más de un mil 400 millones de pesos no tiene el menor empacho en sentarse a utilizarlo como le venga en gana. Lo mismo piensan sus hijos que ya se mueven en el Poder Judicial como si fueran los dueños. Nada más falso.

Pero también hay un mensaje para la autoridad y para los mismos diputados, que fueron quienes avalaron la mayor estupidez que se haya dado al interior del Poder Judicial, al nombrar a la persona menos capaz. Sí, los responsables de que ella esté allí y ahora se emperre en no irse son el gobernador Cuitláhuac García, así como Eric Cisneros, Juan Javier Gómez Cazarín y hasta el primo, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, quien por cierto, tendrá que responder por una demanda de una mujer que asegura que el rollizo funcionario, la violó.

¿Renuncia o destitución?

Hubo versiones de que Sofía Martínez Huerta ofreció renunciar una vez que presente su informe de actividades en el mes de diciembre.

No tengo idea sobre si tendrá algo qué informar. Es cierto, jamás tuvo la capacidad para trabajar en la aplicación de la justicia a distancia. Mucho menos tuvo capacidad para realizar acciones efectivas durante la pandemia. No atendió a jueces, inclusive a algunos que venían de zonas muy lejanas para entrevistarse con ella. Sólo ha sido un adorno, un florero en los eventos oficiales, a los que sí se presenta, pero de allí en fuera, no ha hecho nada a favor del Poder Judicial.

Inclusive en enero, ella se vio envuelta en una polémica, al tomar el teléfono y ordenar a un juez a que dictara prisión preventiva en contra del tesorero de Tuxpan, Pedro Benítez Domínguez, empleado del alcalde Juan Antonio Aguilar Mancha.

Vaya, ella sabe que está en riesgo de ir a la cárcel por no haber acatado los amparos que promovieron y ganaron los magistrados Roberto Dorantes y Marco Antonio Lezama Moo. Su desconocimiento de la Ley de Amparo fue evidente.

Lo peor ocurrió hace algunas semanas, cuando sus compañeros integrantes del Consejo de la Judicatura, despidieron a tres personas que ella había impuesto, entre ellos su nuera, Mayra Angélica Martínez, quien hizo y deshizo, amparada por Sofía, humillando al personal y disponiendo de recursos a su antojo. Los tres alfiles salieron como “tapón de sidra”, escoltados por policías, a pesar de los gritos y amenazas de Sofía. A partir de allí, todo se quebró.

No se reúne con sus compañeros. No cita a sesiones o si es requerida no acude y ni siquiera se disculpa. Sólo se ha limitado a mandar los reportes administrativos para que los firmen y como es mucho dinero, los compañeros se han negado a firmar. Hay 60 millones de pesos que no se han comprobado y que la señora se gastó, como si fuera Melania Trump.

Señor gobernador, señores Eric Cisneros y Juan Javier Gómez Cazarín, señoras y señores magistrados, si bien un pleno sí puede destituir a Sofía Martínez Huerta, no se hagan bolas, quienes tienen todo, todo para destituirla son los integrantes del Consejo de la Judicatura y no porque realmente tengan la capacidad de destituirla. No, reitero, eso sólo puede hacerlo el pleno. Lo que tienen que hacer es simplemente denunciarla por peculado, enriquecimiento ilícito o bien, por incumplimiento de un deber legal. Ella enfrentaría la posibilidad de ir a la cárcel y además, ser inhabilitada. Sencillo.

¿Quién en su lugar?

Y a quien corresponda, no sé si al gobernador, o a los diputados o los mismos magistrados, para que no se hagan bolas a la hora de proponer a alguien, ya no cometan la misma inocentada, tienen que evaluar perfiles, sí, no imponer a nadie, sino colocar a alguien que sepa.

Si Sofía Martínez renuncia, o la destituyen o si va a la cárcel, no pueden seguir improvisando. Mencionaron el nombre de Ailett García Cayetano como sucesora y con todo respeto, pero sería la peor estupidez. Vaya, sería peor el remedio que la enfermedad.

Mencionaron el nombre de Isabel Romero Cruz, que en alguna ocasión estuvo a punto de ir a la cárcel por violar un amparo que había ganado un reo. Simplemente lo escondió y cuando fue descubierta, iba a ser denunciada penalmente y únicamente se salvó porque don Julio Patiño la envió a un juzgado lejano, para que se perdiera y se olvidara el asunto.

Tampoco sería solución Claudia Reséndiz.

Para bien de la  justicia, para bien de todos y que haya verdadero orden, allí está la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros.

Casi 49 años de trayectoria. Se ha conducido con limpieza. Ha sido una mujer de trabajo que tomó a sus hijos para laborar en 16 juzgados, ocho civiles y ocho penales. Tiene dos maestrías y un doctorado. Ha sido visitadora y fue magistrada supernumeraria y por decreto, magistrada numeraria inamovible. Siempre se ha conducido con honradez y lo que es mejor, conoce a profundidad al Poder Judicial. Fue ganadora del Premio al Mérito Judicial en 2011, que es como el Óscar de los magistrados, venció a magistrados de todo el país.

La magistrada Castañeda Palmeros llegó a trabajar hasta 20 horas al día y cientos de veces hizo el trabajo –sola- que ahora hace el Consejo de la Judicatura.

De hecho, ella fue la que, a través de sus gestiones, se entrevistó hace años con Arturo Núñez y Emilio Chuayfett para conseguir el Fondo de Mejoramiento a la Impartición de Justicia. Su trabajo y tenacidad lo permitió.

Es hora de dejar a un lado las improvisaciones, es hora de poner orden.

¡Quédate en casa!

RCK Noticias/Xalapa, Ver.

Síguenos en Facebook y Twitter como RCK Noticias/direccion@rcknoticias.com